Es ya noche cerrada,
noche abierta en canal
en Varsovia.
Me duelen los párpados,
el coxis,
los veranos,
las ideas.
Y la luna me sabe a trigo.
¿Cuántos cuentos hace falta que te cuente
en esta noche polaca, infinita
para que te entre el sueño?
Y para mantenerte despierta,
¿cuántos secretos?
Hoy las tumbas
se construyen como los iglús,
desde dentro.
Es ya noche cerrada
en canal
en Varsovia.
Noche abierta.
Y a esta hora no nos queda nada nuestro.
La piel dura,
quizás,
cuarteada,
compartida,
y todo este silencio espeso.
Si la suma del blanco y el negro diera gris
al menos.
¿Cuánta nieve es necesaria,
dime,
esta noche en Varsovia
para evitar el deshielo?
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