> Palabras y Placebos: PARAÍSO TEMPLADO

martes, 26 de mayo de 2015

PARAÍSO TEMPLADO

Marcharse para estar más cerca,
para alcanzar a divisar los márgenes, 
para identificar su forma.
Su forma de aduana, peaje o pasaporte
y no de monte, océano o paisaje.

Exiliarse, por una vez, de lo confortable,
del clima adecuado, del café preciso,
de la temperatura regulada del agua de la ducha.
Del desvelo a tiempo
y del sueño tranquilo.

Abandonarlo todo,
sin condiciones
y sin condicionantes.
Exiliarse del amigo y del abrazo,
del arraigo cultural y sus bondades,
del cacique conocido.

Movilizarse, es decir, sublimar el movimiento,
reivindicando piernas, músculos, instintos, azares.
Desplazarse con razones de peso
y unos brazos que no sirven
para desplazarse.

Exiliarse, sin que nadie te lo imponga,
trasplantarse como árbol de raíces invertidas
incapaz de trasplantarse,
como el animal doméstico que somos,
endémico de ninguna parte.

Marcharse,
ahora que no es tan tarde,
marcharse diciendo quiero y basta,
marcharse como forma de acercarse,
marcharse como forma de plantarse.

Exiliarse, de uno mismo y con uno mismo,
aprovechando que no existen las fronteras,
salvo en los mapas, salvo en las cabezas,
y llegar, tal vez, alguna tarde
a una patria sin nombre y sin bandera,
a algún tipo de paraíso templado.

Desterrarse, al menos una vez en la vida,
para sacudirse el polvo de los ojos,
para oír de lejos,
para ver más claro.

Desterrarse, es decir, desenterrarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario