En esta noche tetrapléjica sueñan
los cielos con embudos,
pero vendrán tiempos mejores,
tiempos grises, en que no necesitemos más que un poco de odio para cambiar el
mundo.
Más quieta que una foto
permanece, a esta hora,
nuestra cómoda ciudad de azufre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario